La dieta mediterranea ha sido incluida en la lista del patrimonio cultural inmaterial de la humanidad.
El comité destaca que los ingredientes principales de esta dieta son “el aceite de oliva, los cereales, las frutas y verduras frescas o secas, una proporción moderada de carne, pescado y productos lácteos, y abundantes condimentos y especias, cuyo consumo en la mesa se acompaña de vino o infusiones, respetando siempre las creencias de cada comunidad”.
Además es buena para todo ya que protege las áreas del cerebro relacionadas con la memoria y el pensamiento, y reduce el riesgo de sufrir infarto cerebral. Por otra parte, nos protege de la mayoría de enfermedades crónicas, incluyendo el cáncer, la enfermedad de Alzheimer, las cardiopatías y el mal de Parkinson.
¡A COMER SE HA DICHO!